lunes, 7 de octubre de 2013

05 - 10 - 2.013 Día 148




Desde la cama oía que estaba lloviendo, esto unido a un poco de sueño hacia que me resistiese a levantarme, cuando de repente comienza a sonar la alarma de incendios; el ruido ensordecedor, si no te levantas con eso es que estas muerto. No es nada, uno que estaba fumando, pero ha valido de excusa para levantarme.
Tras bajar las maletas y aunque parece que va a levantar, traje de agua pues todavía llueve bien y no voy a quedarme mirando a esperar. Hoy toca cruzar la frontera con Malasia de nuevo, a ver qué tal se da …
Justo al llegar a la frontera deja de llover, en el lado de Singapur muy rápido, le entrego el pasaporte y la “tarjeta” que me dieron al entrar por la moto, sello de salida y listo.
En la de Malasia lo que ya me imaginaba, lo mismo que al entrar, sello de entrada en el pasaporte muy rápido pero para rellenar el carnet de passages cincuenta vueltas con varios oficiales distintos hasta llegar a la misma oficina de la otra vez y explicarle a otra funcionaria distinta como se rellena. Aun así había rellenado solo la parte que es para ellos (la que a mí me da igual), no la que me quedo yo que es la importante. Tras explicárselo otro par de veces me lo rellena, no me ha tocado la más espabilada …
La conclusión que he sacado es que si al salir de Malasia no hubiese ido a que me lo rellenen, me habría ahorrado dos paseos, pasan miles de vehículos al día de Malasia a Singapur y viceversa y no comprueban ninguna documentación. Claro que yo no sabía que en Singapur no usaban el “carnet” (en la parte trasera del mismo figura como uno de los países en los que se usa) y además, es mejor perder un par de horas e ir a lo seguro que arriesgarse a tener un problema.
Voy subiendo por la costa este hacia Kuantan, los primeros 200 km son continuamente plantaciones de palma de aceite e incendios y excavadoras en las pocas partes de selva que quedaban. Está todo arrasado.
Más adelante paro a comer en una zona de puestos de carretera que se ve bastante animada. Al aparcar veo que hay un grupo de “RRs”, Kawas, Suzukis, RSV4 y alguna R1, al acercarme veo que hay un grupo de moteros ya entraditos en años con monos de cuero comiendo, les saludo y ni me dirigen la palabra, pues nada ….
Como en un buffet arroz con verduras, carne de cerdo y unos trozos de pescado, con una botella de agua de 2 l, 12 ringgit (3 €); continuo hacia el norte.
Sobre las 16:30 llego a Kuantan y me pongo a buscar alojamiento, preguntando en los cutres la mayoría cuestan 75-90 ringgit, al final encuentro uno por 58 (13,5 €), eso sí la habitación es minúscula.
Salgo a dar una vuelta por el pueblo, no tiene nada; una mezquita grande pero de reciente construcción junto a la cual juegan al futbol en sendos campos de hierba, y un mercado de ropa, dulces y comida en el que ceno un trozo de pollo y unos noodles por 7 ringgit.

Lo que más me llama la atención del pueblo es el sistema de alcantarillado, semejante guarrada, las fecales discurren por una canalización que hay bajo las aceras y cada pocos metros hay una inmensa rejilla de ventilación. El pestazo a fecales es insoportable, tanto que voy andando por la carretera en vez de por la acera, no sé quién habrá sido el espabilado que ha diseñado esto …..
 
 

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