Hoy no había que desmontar la tienda y eso de vez en cuando se agradece. He salido a recorrer Konya y la verdad es que no tiene mucho que ver, el principal motivo de introducir esta ciudad en mi ruta era ver derviches danzando. Suele haber todos los días en el Centro Cultural Mevlana, pero casualmente hoy no.
Konya es la ciudad de los derviches y una de las más
conservadoras de Turquía debido al carácter místico que ha prevalecido desde
que el filósofo Rumi dejara su huella allá por el siglo XIII. A su muerte su
hijo agrupo a sus seguidores en la hermandad de los derviches giróvaros.
El Museo Mevlana (así se le conoce también a Rumí, que
significa “nuestro guía”) es una impresionante construcción coronada por una
cúpula turquesa que cobija la tumba del maestro. La edificación es una de las
joyas arquitectónicas más importantes de Turquía debido a su belleza, que se
puede contemplar desde la distancia. El sarcófago de Rumí está acompañado por
el del hijo, y ambos están rematados por turbantes que simbolizan la autoridad
espiritual. En el recinto de las tumbas está prohibido hacer fotografías. En otras
estancias se conservan libros, pergaminos y trajes que pertenecieron a Mevlana.
Junto al Museo está la mezquita del sultán Selim, después
de haber visto las de Estambul, esta se queda un poco pobre.
A parte de esto visito varias Madrasas y callejeo por los
mercados locales. Ya por la tarde he ido a la habitación a organizar un poco los
vídeos, que los tengo muy retrasados.
Así como la gasolina es muy cara la comida es barata; he
cenado medio pollo con arroz y ensalada con una botella de agua por 8,5 liras (3,4
€) y después he comprado un kg de cerezas por 2 liras (0,8 €).
Mañana hacia Göreme, Capadocia.
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