Me he despertado sobre las 5 de la mañana y justo iba a amanecer, le he quitado el toldo impermeable a la tienda lo he echado sobre la moto y me he vuelto a tumbar dentro a ver el amanecer.
Sobre las 7:00
el sol ya picaba y tocaba desmontar. Hoy iba a cruzar a Armenia, sobre el plano
hay dos cruces de frontera, uno justo debajo de Tiblisi y otro un poco más al
oeste, en la zona de las montañas; me he dirigido al segundo.
En Bolnisi, a
unos 40 km de la frontera he rellenado el depósito, en Armenia creo que está a
un precio similar pero porsiacaso y por si no se puede pagar con tarjeta, pues
mejor vamos lleno. A los 4-5 km la carretera ha comenzado a desaparecer, era
una pista llena de socavones llenos de agua y barro, no circulaba ningún
vehículo ni en un sentido ni en otro. Estaba a unos 10 km de la frontera y
tenía asumido que iba a tener que dar la vuelta, por esta carretera es
imposible que se llegue a una frontera abierta entre dos países.
A falta de dos
kilómetros me he cruzado con un todo-terreno y eso me ha dado alguna esperanza,
por fin llego a la frontera, existe y está abierta, eso sí vacía del todo. Un
policía Georgiano me manda detenerme y entrar a la caseta con los papeles,
pasaporte y documentación moto, tras un rato para descifrar cuales son los
datos que tiene que meter en el ordenador me devuelve los papeles y hacia
adelante.
La frontera
Armenia es más simple todavía, una barrera manual como las del tren y un par de
casetas de obra, para variar nada de inglés; lo mismo, pasaporte y documentación
moto, al de un rato me estampa el sello y me manda continuar hacia una segunda
barrera. En la segunda barrera se supone que se encargan de revisar que tengas
el sello, pero hoy ha sido un interrogatorio al loco de la moto. El policía
este si habla algo de inglés y tiene curiosidad, ¿y desde España vienes en
moto? Se lleva el dedo índice a la cabeza y lo gira insinuando que estoy loco.
Revisa a fondo el pasaporte leyéndome cada uno de los sellos que hay en él,
pasa a los visados y vuelve a llevar el dedo a la cabeza insistiendo en mi
locura.
De repente se
percata de la cámara del casco, en las fronteras la apago no vaya a ser que se
mosqueen y sea peor, se pone a saludarla y ha gesticular al objetivo. Le digo
que está apagada y lo deja, me devuelve el pasaporte y levanta manualmente la
barrera.
Ya estoy en
Armenia, comienzo en un valle a 1.500 m.s.n.m. con la carretera destrozada. Me
había bajado las coordenadas de los sitios que hay que ver, meto las del primer
Monasterio, cerca de Alaverdi a unos 39 km, tardo en llegar sobre hora y media,
son todo socavones de agua y barro en una pista rota, el pantalón que lave ayer
esta ya de barro hasta las rodillas y eso que la carretera es amarilla en el
mapa.
1€ = 533 como
se llamen, la gasolina 95 a 500, o sea sobre 0,93 €/l.
En Alaverdi
observo mucha pobreza, esta todo destrozado, oxidado y lleno de escombros y
basura, voy a acercarme a Vanadzor que es de las ciudades más importantes a ver
si veo algún alojamiento. La carretera por la que bajo es la que une Tiflis y
Yeverán, capitales de Georgia y Armenia respectivamente, esta asfaltada pero
como de hace unos 40 años, hay más superficie de parches que de asfalto
original, piedras, agujeros y túneles sin asfaltar ni luz. Si así está la
principal, ya entiendo todo. Albania es una autopista comparado con Armenia.
Al llegar a
Vanadzor se me cae el alma al suelo, edificios de viviendas semiderruidos,
fachadas cubiertas con trozos de chapas metálicas y eso sí, parabólicas ancladas
a los pilares, no un edificio, barrios enteros. En la rotonda de entrada al
pueblo hay unas zanjas que cruzan la carretera que parecen trincheras, calles
que son pistas pero que se ve alguna vez han estado asfaltadas, mucha mucha
mucha miseria.
La capital
Yeveran estaba solo a 119 km así que todavía muy marcado por el skock me he
dirigido a ella, está en un valle a unos 1.000 m.s.n.m. y a las 17:30 hacia
36º. Tras dar unas vueltas para buscar algún hotel solo veía los caros y algún
hostel destrozado. El Hotel Europa 45.000 la noche tiene la wifi abierta y cojo
una habitación en un hostel a las afueras por 8.000 (15 €). Ni con las
coordenadas ni con la dirección llego, debo estar cerca pero no lo encuentro,
aquí no habla inglés nadie así que apunto la dirección en un papel y empiezo a
enseñárselo a la gente.
La mayoría
nada, pero encuentro a un grupo de señores de unos 50 años tomándose unas
cervezas que me ayudan, uno monta en el coche y dice que le siga, le sigo de
cerca pero con cierto recelo controlando muy bien por donde me lleva. A los
trescientos o cuatrocientos metros estamos en el hostel, le doy las gracias.
El edificio
del hostel por el exterior ni Sarajevo en tiempos de guerra, por el interior
está un poco mejor. El conserje no solo me ha hecho desmontar todas las maletas
de la moto sino que ha buscado a cuatro personas para que entre todos metamos
la moto a la recepción, hay tres escalones de unos 30 cm cada uno. Dice que es
porsiacaso, que así es más seguro, pero la verdad me ha acojonado un poco.
Le he
preguntado si Armenia es peligrosa, si
es solo este barrio o la capital y no me ha contestado; que hay que tener
cuidado …, que esto no es Europa …. Hasta el día 25 de Julio no puedo entrar en
Irán, pero no creo que me quede en Armenia, tengo que pensar si vuelvo a
Georgia o a Turquía.
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