Anoche ya que estaba en el Hotel de Tiblisi aproveche a lavar los pantalones, tenían un poco de mierda del día de la granicera, no tenía claro si se iban a secar o no pero había que probar; se han sacado, lo bueno que tiene este calor es que se seca todo.
Al ir a pagar
el hotel con los últimos laris que me quedaban, la señora no lleva cambio en
laris y me lo devuelve en dórales, pues mejor. Creo que no lo había comentado,
en Georgia cuando vas a sacar en el cajero puedes elegir entre dólares o laris;
también es Estambul podías elegir entre euros, dólares y liras turcas.
Después de lo
de ayer tenía un poco de miedo con las carreteras, pues las de hoy venían
blancas en el mapa. El primer destino David Gareji, una iglesia justo en la
frontera con Azerbaijan al sur de Georgia, de los 50 km que hay desde el desvío
de la carretera principal solo los 15 últimos han sido pista el resto asfalto,
muy roto pero asfalto.
El paisaje es
distinto a todo lo que visto antes en Georgia, suaves colinas muy despobladas a
unos 580 m.s.n.m., sin apenas árboles y con pradera natural, se ven cabañas de
ganaderos y vacuno pastando.
El siguiente
destino es un recorrido por la región de Kajeti, es la zona vinícola georgiana,
un valle situado bajo las montañas de la frontera rusa y que limita al este con
Azerbaijan. Mucho calor, 35º. En el valle además de vides hay bastante cultivo
de maíz y muchos campos de sandias y melones; el agua que proviene de las
montañas rusas brota por todas partes y riega abundantemente los cultivos.
Un par de
iglesias, más monasterios y alguna fortaleza. Se acerca la noche y mientras
finalizo el recorrido voy buscando donde acampar, no veo ningún buen sitio pero
no es problema, he dado casi una vuelta en círculo y esta mañana ya le había
echado el ojo a varios posibles candidatos.
Me adentro en
las praderas ondulantes cerca de la frontera con Azerbaiyán y monto la tienda.
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