jueves, 18 de julio de 2013

17 - 07 - 2.013 Día 68




            Esta noche ha hecho bastante frio, pero dentro del saco con la cremallera cerrada estaba bien. Por la mañana hasta ha caído un poco de rocío y he tenido que esperar a que el sol secase la tienda.

Me he dirigido al Lago Arpi justo en la confluencia de las fronteras Turca, Armenia y Georgiana y que es un parque nacional, está a unos 2.500 m.s.n.m. Hoy todo el día ha sido pista, por esta zona no hay asfalto. Tras llegar al lago la pista continúa unos 15 km por entre colinas y prados, he continuado hasta el final, he parado y he hecho la comida.



Tras estar un rato tumbado reposando y haciendo tiempo sobre las 13:30 he descendido hacia el lago otra vez, justo a la llegada unos militares salen de un muro de piedra y me dan el alto. Ninguno habla inglés, creo entender que me he metido en una zona militar restringida, les digo que al subir he pasado por el mismo sitio y nadie me ha dado el alto, además no hay ningún cartel que lo diga.



Es como si hablo con las paredes, va a venir el comandante desde otro puesto que parece que habla un poco de inglés pero mientras tanto no me puedo ir. El teniente me ofrece te, café y sandía fresca. Son las 15:30 y el comandante no llega, el teniente va a comer y me indica que entre y coma con él; ya había comido pero aquí no se desaprovecha nada. El resto de la tropa (son 4 en el puesto) nos pone la mesa y nos saca comida y bebida, una especie de sopa de arroz con algún trozo de carne muy disperso, más sandía de postre y zumo de manzana para beber.
Sobre las 17:30 llega el comandante, de inglés hello, bye bye y poco más. La novia de uno de la tropa, parece el de menor rango y le han tenido recogiendo los excrementos de los caballos y es el que recoge y limpia los platos, habla inglés y se ha ofrecido de intérprete. Con el móvil del comandante en manos libres comenzamos a entendernos, le explico de dónde vengo, a donde voy, que esta misma mañana he pasado por ahí y nadie me ha dicho nada, revisa una y mil veces mi pasaporte y se lía a hacer llamadas en las que reconozco que habla de mí con sus superiores.
La intérprete me explica que van a comprobar mi pasaporte en Yerevan y que si todo esta ok podre irme en un rato. Mientras esperamos el comandante quiere que le enseñe las fotos del viaje así que saco portátil y disco duro y le empiezo un recorrido desde Francia hasta Georgia. Cuando estamos enfrascados con las fotos llega al puesto otro todo-terreno, todos se levantan de inmediato y se cuadran saludando a los que llegan; son dos generales.
El comandante les cuenta la historia y les enseña mi pasaporte con el sello de entrada en Armenia y mis visados de Irán, Pakistán e India. Son las 20:00 y parece que es hora de cenar, nos sentamos a la mesa los dos generales, el comandante, el teniente y yo; el resto nos sirve al igual que a la mediodía. El menú exactamente el mismo, supongo que tienen hecha una cazuela grande que prefiero no ver, lo poco que he visto de la cocina no tiene muy buen aspecto.
Tras cenar, sobre las 20:30, los dos generales cogen mi pasaporte y me dicen que siga su todo-terreno con la moto; vamos al cuartel general a hacer unos papeles y podré irme. Esta oscureciendo, la carretera es pista y el todo-terreno va lanzado, pero lleva mi pasaporte y aquí mi pasaporte es mi vida, le sigo como puedo. Al llegar al cuartel otro rato de explicaciones con una intérprete, ya está todo claro y puedo irme; a requerimiento de un general la intérprete me pregunta que donde voy a dormir esta noche son las 21:30 y hace rato que ha oscurecido, le digo que no se, que buscare algún hotel barato o montare la tienda en alguna campa.
Me dice que eso es peligroso que en Armenia hay lobos, le contesto que a los lobos que temo es a los de dos patas no a los de cuatro. Los generales se ríen y comparten mi afirmación. Me indican que les siga que me acercan a un hotel asequible, le digo a la intérprete que les diga que por favor vayan un poco más suave que es de noche y las pistas están destrozadas. Asienten y dicen que tengo razón.
De camino al hotel se pasan de suave, me pongo en paralelo y les digo que pisen algo más, OK. En la puerta me despido de ellos y les doy las gracias, el hotel está muy bien y regateando lo he conseguido por 17 €.
 
 

 
 

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