Hoy se cumplen dos meses desde que salí de casa, se echan muchas cosas de menos pero estoy disfrutando; conociendo países, regiones, culturas, tradiciones,….. que siempre quise descubrir y que mi único contacto con ellos había sido a través de libros de viajes y los documentales de La 2.
Esta noche no
ha dejado de llover, comenzó al anochecer y ha parado sobre las 7 de la mañana.
Así que a esperar un rato a que se seque la tienda antes de guardarla, esta
noche se ha unido a la acampada otro todo-terreno georgiano con tres chicos.
Mientras estamos todos esperando intercambiamos rutas y destinos de nuestros
viajes.
Primera parada
en el Monasterio de Vaniskvabedi, muy cerca de Vardzia.
Un puente hecho con un vagón de tren
De camino a
Tiblisi recorro las montañas fronterizas con Turquía y Armenia, asciendo hasta
los 2.100 m, la temperatura baja a 14º hace frio y bastante viento. El paisaje
es muy similar al lado turco de estas montañas, no en vano la frontera está a
23 km. Un altiplano con ondulantes colinas, árido, con algunos cultivos de
patatas y ganadería de subsistencia.
Al comenzar a
ascender me quedan 157 km de gasolina y a Tiblisi hay 217 km, alguna gasolinera
ya encontraré en tantos kilómetros. Cuando veo que me quedan 50 km y no he
visto ni una en todo el recorrido me empiezo a preocupar. Los pueblos son
cuatro casas de piedra con tejado de fibrocemento y un corral delante donde
acumulan los lingotes de estiércol para el fuego.
En un pueblo
un pelín más grande, cuando me quedaban 30 km, encuentro una gasolinera
bastante destartalada pero tiene gasolina y hasta se puede pagar con Visa. Está
llena ya que debe ser la única en muchos km a la redonda, tiene 4 mangueras,
gas, diésel, gasolina 92 y gasolina 95. En cuanto paro todo el personal se
revoluciona y se acerca a la moto, se quedan mirando al depósito y al marcador
del surtidor, cuando este pasa de 22 l. empiezan a gesticular y hasta el de la
gasolinera mira hacia debajo de la moto a ver si se está yendo por algún sitio.
Entran 31 l.,
intentan decirme algo pero no les entiendo, se quedan esperando a que me ponga
los guantes y el casco y arranque el motor. Unos gestos de despedida y sigo la
marcha. Antes de llegar a Tiblisi paro a comer, ya he descendido mucho y se
nota otra vez el calor y la humedad.
Nada más
llegar a buscar hotel, veo mucho hotel bueno pero esos están vetados. Me meto
en la zona vieja y pregunto en un par de hoteles pequeños, me piden 100 € por
una noche, están locos. Pregunto en varios hostel pero no tienen habitaciones
individuales, solo compartidas de 8 o 10 plazas y me piden 15 €, la verdad no
me apetece estar dos días con las maletas y en una habitación de 8 personas,
sigo buscando.
Me alejo del
centro, salgo unos 8-10 km hacia las afueras y veo varios hoteles, pregunto en
el que peor pinta tiene, se ve que en otros tiempos fue un buen hotel pero no
lleva muy bien el paso de los años. Tiene wifi y la habitación está bien, me
pide 80 lari, le digo que 60 (28€) y acepta a la primera, tenía que haber dicho
menos; aquí hay que regatear con todo.
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