Esta mañana tras desmotar la tienda y recoger el chiringuito, a instalar el Pinacle Studio que venía en la memoria externa que me habían enviado desde Bilbo. Todo OK, funciona.
Al llegar a las ruinas de Troya (Troia) 15 liras turcas de
entrada, unos 6 €, 1 €=2,52 liras turcas. Están de obras, están acondicionando
el aparcamiento y el vial peatonal de entrada a las ruinas; así que un tramo de
grava para empezar la mañana. En el exterior (pero una vez de que has pagado
ya) tienen expuesto el caballo de madera que se usó en la película Troya,
parece que tiene más tirón que las propias ruinas.
De Troya a Assos a ver el Templo a Atenea, Assos en la antigüedad
fue una ciudad griega en la que estudió y enseñó Aristóteles; uno de los
grandes centros del saber de la época. Está situada en una colina sobre el mar
Egeo, todas sus calles están empedradas y se observan ruinas griegas mires
hacia donde mires.
Antes de llegar a Assos al GPS le había desaparecido la
carretera, aunque iba por una secundaria en la pantalla parecía que iba monte a
través; creo que el mapa de Europa que venía instalado solo tiene las carreteras
principales de Turquía. Así que buscando una sombra, junto al Templo de Atenea
le he metido el mapa de Turquía de los que me había bajado; solucionado.
Las carreteras turcas son impredecibles, puedes ir por una autovía
de dos carriles perfectamente asfaltada, que de repente pasa a ser de un carril
y con un asfalto penoso; eso en las principales. En las secundarias el asfalto
es grava con un poco de alquitrán, como se suelta toda la grava le echan
alquitrán liquido por encima de vez en cuando y con el calor que hace pues te
puedes imaginar la situación.
De Assos a Akcay por una secundaria bordeando la costa, el
asfalto aparecía y desaparecía; en 30 km sobre 50% asfalto 50% pista. Luego ya
vuelta a carretera de dos carriles con buen asfalto. Sobre las 14:00 he parado
al cruzar un pueblo en un supermercado a coger pan y agua fría, he visto unos
filetes que tenían buena pinta y he cogido dos para comer.
No encontraba un sitio donde parar a comer y al final lo he
hecho en una gasolinera, apartado bajo un árbol cerca de la pistola a presión
para lavar los coches. Después de comer, ya aprovechando le he metido una
mangueada a la moto por 1 lira (0,40 €). Hoy el cielo estaba nublado, pero aun así
32º.
Sobre las 17:00 he llegado a Bergama, he entrado al camping
a montar la tienda y la idea era ir a ver las ruinas de Pergamo; pero se estaba
tan bien tumbado en la colchoneta debajo de un árbol que me quedado descansando.
Tengo tiempo de sobra hasta el 24/07/2.013 que entraré en Irán, ya lo veré
mañana.
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