Tras el
desayuno me acerco al puerto a coger el ferry, zarpa cada hora, cuesta 36.000
rupias y tarda una hora en hacer el recorrido.
Al desembarcar
la policía para a todas la motos y les pide la documentación y el carnet de
conducir; el mío esta caducado (mis aitas traen pasado mañana el renovado) pero
se le enseño ya abierto por la página de mis datos mientras le doy conversación
y no pasa nada. Además el policía se enrolla diciéndome que él nació diez días después
que yo, el mismo año, tenía apellido español-portugués, ya no me acuerdo. Bueno
el caso es que hemos salido adelante.
La carretera
principal que va de Gilimanuk a Dempasar está muy bien asfaltada pero es
estrecha y hay bastante tráfico, con lo que se tarda en hacer los escasos 150
km. Al final estoy en Bali un día antes de lo previsto. Al llegar a Kuta me
dirijo al hotel en el que tengo reservada habitación hasta el día 10 para mí y
mis aitas, es caro (37 €/día) pero ya una noche más …
Desmonto las
maletas, voy a estar aquí un tiempo, y me acoplo en la habitación; el hotel no
está mal, tiene piscina, la habitación es grande y espaciosa, y dan un buen
desayuno; pero para nada es un resort de esos de ensueño, lo único malo es que
esta unos 400 m alejado del centro y hay que ir por unas callejuelas un poco
destartaladas.
Por la tarde
salgo a conocer un poco Kuta, demasiado nombre para lo que hay aquí, otro sitio
infestado de turistas que realmente no se a que vienen; las olas de las playas
no son a tanto, el sitio es más caro que el resto de Indonesia y hace un calor
de muerte.
Ceno un plato
de espaguetis a la bolognesa y pechuga de pollo a la plancha con verduras al
vapor, 63.000 rupias (4,20 €). Esto en un sitio un poco alejado, si vas a
cualquier otro restaurante del centro los precios son iguales que en Europa,
precio turista.
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