viernes, 6 de diciembre de 2013

18 - 11 - 2.013 Día 192




Despertador a las 6:00 h aunque no ha hecho falta, casi no he pegado ojo con el zumbido de los mosquitos toda la noche. Acerco primero mi moto a la zona de las taquillas, ya se ve gente deambulando cargada con cajas, bolsas, gallinas …, después llevamos la de Janiss empujando; el escaso recorrido a realizar más bien parece una pista de obstáculos que el acceso a un servicio público.
Sacamos los billetes, 260.000 rupias por moto más un seguro de 10.000 rupias por persona, el ferry sale a las 09:00 pero se comienza a embarcar a las 07:00. Al controlador de acceso le explicamos que la moto de Janiss no anda y que tenemos que llevarla a empujón, eso nos llevará algo de tiempo y entorpeceremos el paso al esto de vehículos, mejor si podemos entrar antes, sin problema que entremos, primero la suya y luego la mía.
Al llegar al pantalán y ver el ferry alucinamos. El barco no está amarrado, tiene bajada su rampa frontal la cual crea un escalón de unos 30 cm con respecto al muelle y con el leve movimiento de las olas, aquí la mar es muy tranquila, se mueve como medio metro a cada lado. ¡¡¡Como vamos a subir la moto así …!!!
Unas maromas entre el hormigón y la rampa, coger velocidad y pa dentro, bueno una ya está; ahora me toca a mí. Veo como se mueve y acojona, pero bueno habrá que ir, enfrentado y gasssss …, mejor un poco rápido porseaca. Colocamos las dos motos sobre el caballete central, aquí no se ata nada.
El barco tarda unas 22-24 h en llegar a Kupag, así que hay que buscar un buen sitio para dormir, en la primera planta, en proa, vemos lo que parece una sala VIP con aire acondicionado y literas. La puerta está cerrada así que preguntamos por ella, nos piden 100.000 rupias por persona, teniendo en cuenta que esta noche nos ahorramos el hotel aceptamos, a los 10 minutos de acceder se para el aire acondicionado. La sala tiene las ventanas selladas con silicona y allí es imposible estar del calor que hace así que reclamamos al capitán, nos dice el aire está roto, nos devuelve el dinero y cierra la sala.
Como haya que salir en estas lo llevamos claro!!!
 
 El resto del barco parece una discoteca, enormes altavoces con la música a tope y gente tirada por todos lados. Subimos a cubierta y encontramos un sitio perfecto (si no se pone a llover claro), a ambos lados del puente de mando y delante de los botes salvavidas hay un espacio de unos 6 m2 cubierto por un techo metálico que te protege del sol pero sin paredes, mucho más fresco y silencioso que el resto del barco.
Inflo la colchoneta y a descansar ….
En el barco no hay nada para comer, solo refrescos y galletas, suerte que estaba bien equipado, pan de molde que compre en Ende y los sobres de jamón y chorizo ibérico. Comemos y cenamos embutido. A las 18:20 anochece y poco más tarde nos echamos a dormir, yo estoy muy cansado, ayer no dormí nada y caigo enseguida en los brazos de Morfeo.

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