Despertador a
las 7:00 para darme una duchita y tener todo preparado para a las 7:30 ir a desayunar,
me dan a elegir desayuno continental, americano o indonesio; elijo americano
(que no sé lo que es pero seguro que tiene más chicha …).
Bacon a la
plancha, salchichas, tortilla, un par de tostadas con mermelada y mantequilla y
zumo de naranja; no está mal.
A las 8 toca
despedida de Janis y Katie, bueno es más bien un hasta luego, en 2-3 semanas
nos juntamos de nuevo.
Entre una cosa
y otra salgo a las 8:45, a las 9:30 llego al puerto de Bakau y tomo el ferry
que sale cada hora, el coste para moto + 1 persona es de 93.000 rupias, tarda 3
horas en hacer el trayecto.
En el barco
entablo conversación con un grupo de indonesios, solo uno habla un poco de
inglés y actúa de intérprete ante las preguntas del resto.
La salida en el
puerto de Merak no puede ser más catastrófica, tras haber recorrido dos kilómetros
escasos tengo un accidente. Un niño con un ciclomotor se me cruza delante de
repente, sin intermitentes ni señalizar con la mano ni nada, clavo los frenos
pero me le llevo por delante. Suena a plástico roto que da gusto …, le doy con mi
parte delantera izquierda en su trasera derecha y me voy a suelo. Me levanto
inmediatamente y veo mi espejo retrovisor izquierdo partido tirado en el suelo,
me quito el casco y para cuando acabo el chaval ya no está, se ha pirado
dejando la moto destrozada en el suelo.
Llega un grupo
de gente a ver si estoy bien y me ayudan a levantar la moto y a comprobar su
estado, rozaduras en las protecciones izquierdas que estaban impolutas (las
derechas se marcaron con el perro en India), espejo retrovisor izquierdo roto y
antiniebla izq. roto; yo nada de nada.
Sujeto el foco
con una brida de plástico, guardo el espejo en el baúl por si vale para algo y me
voy de allí lo antes posible. Lo más alucinante es que justo cinco segundos
antes del accidente he adelantado a un policía que iba en moto y ni ha parado, habrá
pensado “comerme un marrón con un extranjero para que” …
Sé que las
motos están prohibidas en las autopistas indonesias pero cruzar los alrededores
de Yakarta por las secundarias tiene que ser una locura, así que lo intento. Me
planto en el peaje de entrada con la moto y una cola de coches detrás, la chica
de la caseta no sabe qué hacer así que me dice que continúe. Biennn!!! A ver
cuánto duro ….
Cuando llevo
unos 70 km por la autopista, ya muy cerca de Yakarta un coche de policía me está
esperando en el desvío de una salida y me indican que tengo que cogerla, me
explican que está prohibido circular en moto por las autopistas indonesias, les
pido disculpas y les digo que no tenía ni idea.
Bueno por lo
menos hemos avanzado algo …. salgo justo en medio de todo el marrón, durante
las siguientes 4 horas estoy más tiempo parado que andando en 1ª o 2ª. Es una
auténtica locura, los ciclomotores son como una marabunta de hormigas, salen de
todas partes sin orden alguno, se cruzan, pitan, frenan, giran sin indicar nada
…
Ya anocheciendo
llego a Bogor y me quedo en el primer hotel que veo, he avanzado unos 150 km
por Java y eso que 70 los he hecho por la autopista. La habitación es super
sencilla, pero está limpia y tiene aire acondicionado, 190.000 rupias. Ceno un
nasi goreng seafood en un puesto callejero justo frente al hotel, 16.000
rupias.
Ayer reserve
un hotel en Yogyakarta para mañana y pasado, así que tengo que llegar como sea,
me quedan 550 km y aquí la única forma de hacerlos es a base de horas, así que
planeo levantarme a las 5 de la mañana para a las 5:30 que amanece estar ya en
ruta.
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