viernes, 6 de diciembre de 2013

16 - 11 - 2.013 Día 190




Salgo a las 8 de la mañana porque aunque son solo 180 km supongo que tardaré 5-6 horas, a los 30 km llego a la zona del desprendimiento; otra vez a esperar. Están quitando lo que estaba claro se iba a caer y estoy parado 3 horas, mientras comienzo a hablar con un chico que me cuenta que ese es justo el punto medio de la isla de Flores, hay una placa colocada en una gran roca que así lo indica, así como la historia de la construcción de la carretera por los holandeses en la época colonial.
Me comenta que hace apenas una semana una gran roca se desprendió arrollando a un vehículo que circulaba en ese momento, lo mando ladera abajo hasta acabar en el rio que  discurre por el fondo del barranco, los dos ocupantes muertos. A raíz de eso han comenzado las obras.
Tengo cobertura 3G así que envío un correo a Katie explicándola lo sucedido e indicando que llegaré más tarde de lo previsto. Al pasar por Ende compro pan de molde, agua fría y un zumo de naranja; son casi las 13 h y habrá que parar a comer pronto.
Tomo las coordenadas de donde zarpa el ferry Ende – Kupang los jueves a las 14h, unos 3 km antes de llegar a Ende viniendo de Labuhanbajo.
S 08º 47´51.2´´    E 121º 33´59.2´´
A continuación la carretera discurre junto al litoral durante unos 25 km, playas de arena negra con cocoteros la separan del mar. Al iniciar el ascenso hacia Bajawa comienza a llover, a ponerse el traje de agua con el calor que hace ……….
Arbol con futos de Durien

A las 16:30 llego a Aimere y localizo el sitio donde se alojan, Agogo Lodging, justo frente al embarcadero del ferry. Nos saludamos y comenzamos a contarnos estos días que hemos estado separados sin ni siquiera darme tiempo a llegar a la habitación. Ésta es básica de verdad, el baño es de película, he tenido que sacar una foto:
Lo peor es que hay bastantes mosquitos y no hay mosquitera, Janiss coloca en ambas habitaciones una especie de ruletas como de incienso o algo así, se encienden con un mechero y se van consumiendo lentamente mientras emiten un humo aromatizado; las compro en Bangladés y se supone que son para ahuyentar a los mosquitos. Lo único bueno del sitio es que es muy barato, 80.000 rupias (7,5 €) y está a escasos 50 m del embarcadero, sin problema para llevar la moto empujando.
Nos acercamos a preguntar de nuevo por el ferry, lo hacen todos los días a ver si les dicen lo mismo; parece que sí, que el lunes dejamos Flores.
Cenamos en un local de comidas muy próximo: nasi (arroz), con un huevo frito, un par de trozos de carne guisada y unas hojas verdes (algo parecido a espinacas, pero que no lo son).
En una ferretería compro un par de tornillos, tuercas y arandelas para fijar la barra que une los soportes de las maletas por la zona de la matricula; un tornillo se había aflojado y lo perdí, quite la barra cuando un coche me avisó que la llevaba colgando y no había visto nada parecido a una ferretería hasta hoy.
Janiss ha encargado en la BMW de Darwin su “gear in the final drive”, sacamos unas fotos a mi retrovisor roto y al faro antiniebla para hacer lo mismo.

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