A las 6:30 a
desayunar, es tipo indonesio no continental, o sea, es un buffet libre donde
hay arroz frito (nasi goreng), noodles fritos (mie goreng), huevos fritos y
varias verduras al vapor; de tenedor y cuchara.
Como era de
esperar hasta más de las 7:30 no llega el pickup, subimos la moto y una vez
fijada con correas me adelanto a poner algo de gasolina, a Dili hay 120 km y me
quedará como para 90 km. Al entrar a la estación de servicio hay algo muy raro,
hay una tremenda cola y nadie se está sirviendo, se ha agotado y están
esperando a que llegue un camión a rellenar los tanques subterráneos, hay pa
rato …….
Consulto el
GPS e indica que hay una estación de servicio a 70 km dirección Dili, espero
llegar … Salgo rápido y avanzo unos 15 km sin alcanzar al pickup, no puede ser,
a la velocidad que he venido tenía que haberles cogido seguro. Miro el mapa en
el GPS y veo que hay otra carretera para ir hasta la frontera, menos km pero
por la montaña, regreso a Atambua y la cojo, no me los cruzo ni en el regreso
ni en los primeros 20 km de la otra carretera; paro en la cuneta para enviarles
un email y veo que me han mandado ellos uno a mí, el chofer tenía algo que
hacer en el pueblo y acaban de salir de allí, y yo dando vueltas ….
Les respondo
que les espero en la frontera, solo existe un paso fronterizo entre Indonesia y
Timor Leste, Batugade. Hago mis tramites en inmigración y customs bastante
rápido y me siento a esperarles en un banco a la sombra, justo delante del
edificio de Customs. Se acercan todos los militares y funcionarios a sacarse
fotos con la moto y a preguntarme de donde soy, muchos de ellos son de
descendencia portuguesa, tienen apellidos como Gutierres, Flores, Fernandes,
Marques,…. y para variar todos son o del Madrid o del Barsa.
Una hora más
tarde aparecen Janis y Katie con la pickup, el chofer ha tenido que parar otra
vez en un puesto de policía para hacer no se que papel para poder cruzar la
frontera con el vehículo. Cinco minutos después pasamos a la de a Timor Leste.
El edificio
aunque pequeño se ve que es nuevo, y la frontera tiene mucho más aspecto de
país occidental que la de Indonesia, tiene hasta un escaner para camiones,
estará construida con las ayudas internacionales, seguro …
Con la “Autorization
for Visa Aplication” y 30 $, te estampan un sello que ocupa toda una hoja del
pasaporte y que no se entiende nada de lo que pone, solo que la Visa es para 30
días. Sellado del “carnet de passages”, porque aunque en Timor Leste no se usa
Toll (la agencia de cargo) si lo pide relleno en entrada y salida para evitar
posibles problemas.
A los pocos km nos damos cuenta que Timor Leste es mucho
más pobre que Indonesia, ya es decir, la carretera desaparece y se convierte en
kilómetros de pista llena de agujeros. Las casas son chozas de paja con
cercados de palos que recuerdan enormemente a las imágenes de Kenia que todos
hemos visto por la televisión, posteriormente, a la hora de la comida Katie me
hizo esa misma observación y ella ha estado viviendo en Kenia un año.
Avanzamos
junto a la costa, playas salvajes llenas de maderas y algunos plásticos, sucias
pero auténticas. La pista serpentea por las ondulantes colinas sin despedirse
nunca del mar a su izquierda, más adelante comienzan las obras, están construyendo
la carretera, el ritmo es de risa bajo el punto de vista de un occidental;
algún año acabarán, si es que alguno de los muros de mampostería que están
construyendo no se cae antes …
A las 13
paramos a comer unos pescados, tipo sardinas, asados a la brasa con arroz,
están buenos; quedan 60 km a Dili y a mi unos 30 de gasolina, pregunto al
chofer de la pickup y dice que hasta Dili no hay nada. No pasa nadaaaaa, ya
estaba pensado, saco la goma de aspiración de mi filtro de agua, una botella de
agua de 1,5 l. y cojo unos 4-5 l del depósito de Janiss que lleno justo 50 km
antes de romper.
Al llegar a
Dili, al Timor Leste Backpackers Hostel preguntamos por las oficinas de Troy
Adams, es donde pensamos limpiar las motos y es mejor descargar allí la de Janiss
que no anda. El sitio es un poco caótico, parece una chatarrería, pero es el
recomendado por todos los overlanders así que aquí estamos.
Antes había
dos opciones para limpiar la moto, a) pagar a Troy (acostumbrado a trabajar con
las aduanas australianas) y que realicen ellos la limpieza, o b) él te facilita
los medios y la limpieza la realizas tú. Pero ahora ya solo queda la segunda,
hace unos meses tuvieron un problema eléctrico con un 4x4 francés que limpiaron
y tuvieron que abonarle 6.500 $, ya no limpian más.
Regresamos al
hotel con intención de comenzar mañana viernes la limpieza pero al llegar y
conectarnos vemos un email de Toll que lo cambia todo, nos dice que el barco
que zarpaba el día 01/12/2.013 (anteriormente 26/11 y antes todavía 22/11) se
anula y no hay carguero hasta el 19/12/2.013, no puede ser, es un mes de
retraso!!!!
Janiss, su
ingles lógicamente es mucho mejor que el mío, llama a Toll Darwin para ver más
opciones, mientras yo busco más compañías de cargo en Dili. Puede que haya una
solución pero hasta mañana no lo sabremos seguro, fletar un contenedor de Toll
con nuestras motos dentro por medio de otra compañía, zarparía el 3-4/12 y
atracaría en Darwin el 6-7/12.
Mañana lo
primero a aclarar esto, las motos ya se limpiarán. Para celebrar que hemos
llegado a Dili con la moto de camión en camión vamos a cenar a un italiano que
hay en el paseo de la playa, fuera son todo 4x4 de la ONU, UNICEF, MINISTERIOS,
ONGs,…. y dentro, en las mesas, son todo occidentales, los locales no pueden
permitirse venir aquí a comer. Pagamos 118 $.
Dili es una
ciudad cara en el país más pobre de Asia, el Backpackers Hostel cuesta 20 $ y
un hotel cutre no baja de 60 $, la gasolina a 1,36 $, y los supermercados a
precios europeos. Mientras, ves gente descalza por la calle y la mayoría
extremadamente delgados, un fuerte contraste entre la población local y
europeos desplazados aquí.
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