sábado, 10 de agosto de 2013

02 - 08 - 2.013 Día 84




            Me he despertado en Dalbandín en la azotea del hotel, es muy barato, unos 5 $, pero llamarlo hotel es ser muy generoso; en la habitación no había quien dormiría y unos chicos me han dicho que es mejor dormir en el tejado.







Había quedado con el escolta a las 7:00 así que a las 6:30 he comenzado a bajar las cosas a la moto, ha llegado puntual y le he dicho que tenía que ir a comprar una botella de agua fría, a estas horas estamos a 42º.
Lo de fría es un decir en el pueblo solo hay luz eléctrica de 19:00 a 20:00 h, así que las cámaras frigoríficas solo funcionan una hora al día, conseguir agua a 25º es agua fría. Me la he bebido del tirón y hemos salido. Con este escolta de paquete tenía que hacer 125 km, después cambio de escolta y otros 50 km detrás de una ranchera.
El siguiente escolta iba en una Honda NC 125 que se ha quedado sin gasolina a los 5 km de salir, quería que sacaría gasolina de mi depósito, yo le decía que como, a final la ha tumbado para aprovechar un poco más y con suerte de que el terreno era cuesta abajo hemos llegado al siguiente control.
Aquí un gordo de paquete otros 50 km, en el siguiente ya otra vez ranchera por delante; casi prefiero llevarlos de paquete que ir detrás de ellos porque van excesivamente despacio y no se avanza. Con este he llegado hasta las afueras de Quetta sobre las 13:30 h, la policía me preguntaba si me iba a quedar a dormir en Quetta, yo les he dicho que era muy pronto y que iba a avanzar más hacia Multán.
He echado gasolina por primera vez en Pakistán, 3.200 rupias, el litro a unas 106 rupias, 1$=102 rupias; luego poco más de 1$ el litro. La escolta me ha dejado y he seguido solo, pero cada 30-40 km en la carretera hay controles y tienes que ir registrando que has pasado por ahí, nombre, país, de donde vienes, a donde vas, numero pasaporte, número visa, matrícula moto y firma.
El paisaje nada más pasar Queta me recuerda a Marruecos, la zona de las gargantas del Dades y del Dodra. Más adelante la carretera, la N 5 se convierte en un patatal, es como si estarían arreglándola pero llevarían 10 años con ello. Sobre las 19:20 ya casi de noche, en un puesto de control de la policía le he preguntado a ver si podía dormir allí o montar la tienda junto a ellos.
Me ha dicho que a unos 7 km había un hotel-restaurante y que me acercaban hasta allí, aquí ha comenzado un duro calvario de cambio de escolta a cambio de escolta avanzando siempre hacia el sur por un patatal de noche, y la policía mintiéndome siempre sobre el hotel donde iba a dormir.
A las 00:20 en otro cambio de escolta me he plantado y les he dicho que yo me quedaba allí sentado a esperar a que amaneciese (sobre las 5) que estaba harto de que me vacilasen. Se ha montado un poco de revuelo y han comenzado a hablar por las emisoras, al de un rato ha llegado un todo terreno, alguien importante porque nada más parar la policía ha formado un círculo a su alrededor con las armas en la mano.
El oficial al que yo le había contado lo que me llevaba pasando toda la noche se ha dirigido a hablar con él y al poco me ha hecho señas para que me acercase. Era un todoterreno mercedes blanco con asientos de cuero y en él iba condiciendo un hombre de unos 50 años acompañado por su familia. Me pregunta en un excelente ingles cual era el problema, le cuento que llevo desde las 19:20 intentando buscar un sitio donde dormir y la policía lo único que hace es mentirme y pasarme como un balón de futbol de patrulla en patrulla.
Me pide disculpas y llama al oficial, le ordena que me lleven a cuartel que está a 1,5 km, me den cama, comida, bebida y todo lo que necesite; si hace falta comprar algo que hay dinero en la caja.
Voy con la patrulla al cuartel y soy tratado como un rey, al de un rato de estar hablando con el responsable del cuartel le pregunto a ver quién era el del mercedes blanco. Me dice que es el “comander”, el jefe de la policía no sólo de esa región sino también de todo el país. Me comenta que antes de llegar yo le ha llamado personalmente y le ha dicho que me traten como si fuera su hijo.
El encargado de cuartel quiere dejarme su cuarto para dormir, me niego, le digo que una cama al aire libre es suficiente, que hace mucho calor y así se disfruta de la noche. Duermo al aire libre pero bajo techo ya que a veces cae alguna gota.
 
 

1 comentario: