16 - 08 - 2.013 Día 98

            A las 8 de la mañana el desayuno, una tortilla con unas verduritas y un par de tostadas con mantequilla y mermelada. Nada más cruzar la puerta del hotel el bochornazo ya me golpea y son las 8:20 de la mañana.

La zona de los Ghats está a unos 2 km, me acerco andando acosado por los conductores de tuc-tucs y riksaws. El tráfico por las calles es espantoso, miles de motos pitando sin parar todo el rato. Hay mucha suciedad, basura por todas partes y lógicamente huele bastante mal.

 

 

              A los Ghats por tierra el acceso no es fácil, la calle principal es una paralela a unos 200 m del río y hay que ir accediendo por estrechas y nauseabundas callejuelas a cada uno de ellos. Las mejores vistas se obtienen realizando un paseo en barca. Como el río baja con mucha fuerza ahora no es muy recomendable.

 

La época del monzón no es la mejor para ver Benarés, el Ganges baja muy crecido, a muchos Ghats es imposible llegar pues las calles por las que se accede a ellos ya se encuentran inundadas; a los que consigo acceder no son sino un par de escalones, esta todo bajo las aguas.

He pasado más de 5 horas andando por todo lo largo del Ganges, por sus callejuelas y sus mercados. Benarés es una ciudad de 2,5 millones de habitantes totalmente insalubre y contaminada en la cual la mayor parte de su población vive en la más absoluta pobreza.  Los hinduistas creen que quien muera en Benarés quedará liberado del ciclo de las reencarnaciones. Los baños en el río Ganges se consideran purificadores de los pecados, pese a ser uno de los ríos más contaminados del mundo, por este motivo se considera una obligación ir una vez en la vida a Benarés.

Con la camiseta y los pantalones empapados en sudor he regresado al hotel a pegarme una ducha y a descansar un poco. Mañana hacia Nepal.

Dos fotos que no son mías de Benarés sin crecida.