Hoy salía de
Pokhara hacia Katmandú, he madrugado un poco porque aunque hay 200 km vete tú a
saber lo que se tarda, sobre las 7:15 estaba en ruta tras haber desayunado.
Nada más salir me he dado cuenta de que justo hoy, el día que me marcho se ven
las montañas nevadas al fondo de Pokhara. Paro en varios sitios a sacar fotos,
la foto buena es desde la Pagoda de la Paz Mundial, pero no voy a volver a
subir por ese camino de cabras y además ahora cargado.
La carretera a
Katmandú esta asfaltada salvo en los tramos de desprendimiento, pero es muy
botona y con bastantes curvas con lo que la velocidad media no supera los 45
km/h. El paisaje me recuerda a fotos de China o del sudeste asiático,
muchísimos campos de arroz, bananeras y todo muy verde y con mucha humedad, es
un clima totalmente tropical.
A unos 25 km
de Katmandú hay que ascender un puerto para entrar al valle, aquí la carretera
está totalmente destrozada, en la zona que todavía hay asfalto como el firme es
“una mierda” los camiones han formado unas trialeras que como te metas ya no
sales; están mejor las zonas de desprendimientos que aunque son un barrizal
tienen menos riesgo. Hay muchísimo tráfico, mucho camión y furgonetas; aquí
parece que no hay ITV para comprobar los gases de la combustión porque por humo
negro que echan más parece que vayan a carbón que con diésel.
A consecuencia
de esto entre otras cosas la polución en Katmandú es bestial, es muy habitual
ver a la gente local con mascarillas o pañuelos tapándose nariz y boca. El
tráfico no es India pero se le da un aire.
Sobre las 13 h
llego al hotel que había cogido en Thamel, gracias al GPS sino imposible. 11 €
la noche con parking y desayuno. Descargo la moto y subo a descansar un rato.
A las 15:30 me acerco a las oficinas de Eagle Export Cargo que están a unos
escasos 250 m del hotel.
Un trato
excelente y una atención inmediata, Suraj me indica que el 70% de las motos que
traslada son de españoles, de echo la última que ha enviado a Bangkok ha sido
la de Marcos Verges hace un mes. Llama a su carpintero y nos dirigimos al
parking del hotel a medir la moto para poder darme un precio ajustado. Ya con
las dimensiones de la caja echa unos números, y tras un breve regateo me dice
que su precio último es de 86.500 rupias (660 €), que esta moto es muy grande.
Me parece correcto, sabía que a Jose y Pilar (aventuras en moto) les había
salido 600 € hace un año enviando dos motos juntas que siempre abarata, y a
Marcos unos 630 € siendo su moto un poco más pequeña.
Con el precio de la moto ya cerrado hablamos
de mi vuelo, yo anteriormente había estado mirando por internet (directo con
Thai 500 $, una pasada; con escala en Delhi otras compañías 200 $); me ofrece
un billete con Air Nepal directo a Bangkok por 200$, pos no hay más que hablar.
Organizamos
horarios:
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Viernes 23 a las 9:30 me vienen a buscar al
hotel en coche y les sigo al aeropuerto a empaquetar la moto.
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La moto vuela el sábado 24 y duerme ya en el
almacén de la aduana de Bangkok.
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El lunes 26 se supone que vuelo yo aunque el
billete está por confirmar.
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El martes 27 a ver que aventura para sacar la
moto de la aduana.
Suraj insiste
una y otra vez en que en su casa tiene una habitación vacía disponible
únicamente para los “bikers”, que es gratis y que puedo quedarme allí hasta el
día de mi vuelo; le digo que ya tengo hotel reservado pero aun así insiste en
que valla algún día y cene con él y su familia, ya veremos.
Acabo de descubrir tu blog Joseba, acabas de alegrar mis largas tardes de oficina! Suerte y ánimo!
ResponderEliminarAyyy ... como curráis en Murias!!!
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