sábado, 10 de agosto de 2013

03 - 08 - 2.013 Día 85




            Despertar en la comisaría a las 6 de la mañana ponerme las botas y al tajo, me estaba esperando fuera una patrulla de policía para llevarme hasta Sukkur, unos 30 km hacia el sur para luego girar y dirigirnos hacia el norte dirección Lahore.
Esta noche ha llovido algo y el cielo estaba muy nublado, cuanto más al sur peor, es época de monzón y hoy me ha pillado el primero, pedazo de diluvio que ha caído; y yo por una pista de tierra (es la nacional), a los dos minutos era un barrizal, tengo barro por todas partes. Justo cuando llego a zona asfaltada pincho la rueda trasera, le indico a la patrulla que pare que tengo problemas.
Quieren que vaya hasta Sukkur con ella pinchada para arreglarla allí en un taller, les digo que no, que me acerco a una gasolinera que veo al fondo con un compresor y la arreglo yo. Mientras meto una mecha se empieza a congregar el habitual gentío, un señor mayor que me pide dinero me dice que es cosa de “Ala”, que tengo que hacer un gesto para complacerle como darle dinero a él. Hincho la rueda con el compresor y solucionado, todo esto bajo el diluvio del monzón.
Poco después de pasar Sukkur al cambiar de provincia, comienza el Punjab, cambio de escolta, me he tirado igual dos horas esperando en el control fronterizo a que llegaría. Ha llegado el cuerpo de élite de las fuerzas del Punjab y me ha llevado a toda leche con las sirenas a tope apartando los coches y saltándonos los peajes, aunque se supone que es una autopista por la carretera te encuentras vacas, búfalos, rebaños de ovejas y cualquier cosa que puedas imaginar. Menos mal que nos hemos saltado los peajes, porque aunque son muy baratos yo no tenía ni un duro en moneda local.
Ya en Multan le he dicho a la policía que necesitaba cambiar dinero y un hotel para dormir, pero que no sería muy caro. Se lo han tomado al pie de la letra y me han llevado a un hotel que cutre es poco, no duermo hay ni de coña, les he preguntado a ver si había algo mejor en el pueblo y me han llevado a otro. Un cuatro estrellas pakistaní, nada que ver con un cuatro estrellas europeo, pero me pedía 4.500 rupias (45 $), tras una dura negociación y hacer que me marchaba aunque yo tenía claro que me iba a quedar, he conseguido 3.500, desayuno y moto en garaje, además tiene internet. Le he pagado en $ porque no tenía rupias.

 

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